Cada día son más las personas que apuestan por las terapias de masajes para tratar dolores musculares producidos por alguna lesión o contractura. Es el caso del quiromasaje, técnica que se caracteriza generalmente por realizarse exclusivamente con las manos, es decir, que no emplea ningún tipo de instrumento. Estos masajes tienen siempre una finalidad terapéutica, de relajación y con el fin de optimizar la actividad física.
Concretamente, el quiromasaje consiste en presionar, golpear o frotar rítmicamente con las manos y con la intensidad adecuada algunas zonas del cuerpo. Otras técnicas empleadas en este proceso son los amasamientos, las percusiones, los pellizcos, los roces, las vibraciones o las fricciones. No obstante, hay que tener en cuenta que este tratamiento ha de ser siempre administrado por un experto en el tema, con el fin de que no resulte perjudicial para el paciente. Además, conviene saber que esta técnica añade a la función terapéutica el placer y la relajación que siempre supone un masaje manual.
Cómo funciona
El quiromasaje es una técnica que surgió en los Países Nórdicos y que poco a poco se fue abriendo camino. Nació como una alternativa para tratar temas concernientes a lareactivación sanguínea en caso de dolencias musculares, y para la estimulación eléctrica y energética, así como para oxigenar los tejidos, para mejorar la circulación linfática y para influir en el sistema nervioso. Según esta disciplina, el masaje es una necesidad natural de nuestro organismo, que se presenta ante diversas situaciones y estados emocionales por los que atravesamos y que requieren de una estimulación eléctrica.
Normalmente, esta estimulación eléctrica natural parte del cerebro y se reparte por el cuerpo a través del sistema nervioso mediante las terminaciones del sistema vertebral. El masaje, al facilitar este proceso, proporciona un aumento de la energía, así como del equilibrio del cuerpo humano. De este modo, según los expertos, el quiromasaje es la técnica que facilita y aumenta el grado de autodefensa de nuestro organismo y que refuerza nuestra resistencia psíquica y orgánica.
No más dolores
Muchos deportistas sufren dolores después de haber realizado un ejercicio físico o un esfuerzo excesivo. En estos casos, además de visitar al médico conviene acudir a un quiromasajista, quien detecta el mal estado de los músculos actuando sobre la piel, es decir, cuando se encuentran inflamados, tensos o deteriorados. Esta técnica asegura una curación más rápida de la lesión y que las secuelas sean mínimas. En el caso de que los problemas estén motivados por una incorrecta costumbre postural, el experto nos puede indicar una serie de ejercicios y estiramientos adecuados para disminuir el dolor para complementar el tratamiento.
Los masajes de este tipo están destinados principalmente a la relajación y a la eliminación del estrés, al tratamiento deportivo, así como a las patologías de espalda y piernas. Así, se pueden citar algunas de las más tratadas por esta técnica, como son cervicalgias, lumbalgias, escoliosis, contracturas, esguinces y todo tipo de lesiones y dolencias musculares. También se perfila como un buen tratamiento para prevenir varices o reducir la celulitis. Es especialmente útil en afecciones provocadas por el estrés, gracias a que propicia una correcta distribución de las energías corporales.
La duración de un quiromasaje depende de la afección que se esté tratando, pero los expertos coinciden en señalar quemás de una hora de masaje no es recomendable, por lo que en ocasiones es necesario emplear más de una sesión para eliminar un dolor determinado. Además, del tratamiento eventual como fruto de algún dolor surgido repentinamente, esta técnica se suele completar con un tratamiento integral y un mantenimiento con el fin de evitar posibles futuras dolencias.
Mejora tu salud
La mayoría de los efectos del quiromasaje se identifican con los de un masaje común. Entre ellos, esta técnica proporciona una serie de beneficios, como la liberación de la rigidez concentrada en la superficie de la piel, elimina tensiones y favorece la elasticidad, y ayuda a estimular, alimentar y reforzar los músculos. También se caracteriza por favorecer un aumento de la fuerza y velocidad del aporte sanguíneo, lo cual supone una mejora en el arrastre de células muertas y productos de desecho.
Asimismo, el quiromasaje tiene efectos beneficiosos sobre el sistema nervioso y disminuye el cansancio físico y mental producido por el estrés, además de constituir un proceso de enorme utilidad relajante, ya que tiene efectos sedantes.
Por otro lado, hay que añadir que para que el quiromasaje produzca los resultados beneficiosos esperados, debe ser administrado siempre por un profesional en la materia. El quiromasajista no se limita a trabajar la zona o músculo dañado, sino que se preocupa en detectar el origen de la dolencia, en favorecer la circulación sanguínea y en estimular el sistema nervioso para que el paciente perciba una sensación de beneficio general. Y es que un masaje mal administrado es capaz no sólo de empeorar el estado del paciente, sino también de crear nuevas dolencias o patologías, por lo que es muy peligroso ponerse en manos de alguien que no esté correctamente preparado.
Vía: http://salud.facilisimo.com/
Clara Sánchez Marín